Pongan atención a lo que cuenta esta
calavera
pues entre palabras va una queja
lastimera.
Y por muchas historias, rumores o
mitotes;
lo único cierto en la vida, es la
muerte señores.
Con pan bajo el brazo y aguardiente en la mano,
danzando llega la muerte junto con todos sus santos,
viene dispuesta a gozar de las fiestas y el trago
y de paso, cargar con algún incauto.
Ánimas del perpetuo socorro
y redes sociales que la acompañan
tan a gusto se encuentra en esta tierra la muerte,
que con apoyo del innombrables y otras mafias,
como candidato independiente,
la huesuda se nos destapa para presidente.
¡Y no le aunque que esté flaca!
Ella también quiere su casita blanca.
¡Ay mi dios las alturas!
La parca vestida de política santa
no acepta partido, ella viene de comandanta.
Viene arrasando la muerte y crea crisis en el poder
unos dicen que son cuarenta y tres,
otros que la parca busca mujer
pero la mayoría bien sabe,
que es sólo por joder.
Así es la cosa mi bella gente,
la parca no alega nada y cumple lo que promete.
No importa que la veneren de santa,
lo mismo se lleva al culpable que al inocente
mujer u hombre, sean ricos o pobres...
Arrasa con jueces sin rostro y nombre
o hasta prófugos gobernadores,
con todo y sus corruptos seguidores.
Pero la fiesta apenas está comenzando,
y en esta tierra convertida en camposanto,
el pueblo furioso reza a grito pelado
¡ni perdón ni olvido, para el crimen de Estado!
Y aunque el “copete” desde la cripta niega
las campanas de duelo con rabia lloran,
mientras la muerte vocifera malora:
¡Fuera Peña y sus infames reformas!
El sarcasmo en carne viva y los versos se me agotan.
México vive lindo y herido entre tanta corruptela,
o al menos eso dice, la tumba de Bárbara Cabrera,
la misma que la muerte se llevó por andar de cafetera.
Y enterrado en siete pasos de Facebook, el corpus mortale
de quien en vida fuera, Samuel Hernández.
Por si acaso, no hay pierde de a donde llevar las flores
el letrerito dice, aquí yace PaideiaMx y sus investigadores.
Ya me retiro mi pueblo, y no más por el descaro,
les pido “perdón”, si mis palabras causaron agravio.
Ando que ando y por aquello del tenebroso payaso,
mejor me quedo de fiesta, bailando en el camposanto.
Autora: Laura Isabel Pérez Valdés
Twitter: @Larisa_Peva