8/8/23

Revista Quaestionis #65 “LEGADO CONSTITUCIONAL LATINOAMERICANO”

 

“La constitución progresista debe considerar garantías individuales, educación laica y gratuita, igualdad de géneros, un México libre por la separación de la Iglesia y el Estado.”

El Nigromante

 


Vivimos momentos en los cuales los factores reales de poder, ejercen una influencia significativa en la toma de decisiones políticas, jurídicas y sociales más allá de su posición formal en el sistema de gobierno. Estos actores no siempre son visibles en la estructura institucional, pero tienen la capacidad de incidir en la dirección de las políticas públicas, reformas constitucionales y en la distribución del poder en una sociedad.

El constitucionalismo en América Latina ha sido una fuerza poderosa en la construcción y consolidación de las democracias en la región. A lo largo de la historia, hemos sido testigos de cómo las constituciones han servido como guías fundamentales para establecer el marco jurídico que regula la vida política y social de nuestras naciones.

El constitucionalismo ha sido un pilar esencial en la promoción de la separación de poderes y el establecimiento del Estado de Derecho en América Latina. A través de la delimitación de funciones y atribuciones de los distintos órganos del gobierno, las constituciones han buscado evitar la concentración del poder en una sola instancia y garantizar un equilibrio que proteja a la sociedad de la arbitrariedad y la tiranía.

A través de enmiendas y reformas, las constituciones han reflejado las demandas y aspiraciones de la sociedad civil, abriendo paso a transformaciones que han mejorado la calidad de vida de millones de personas.

En América Latina, el constitucionalismo ha demostrado ser una herramienta vital para construir sociedades más justas, democráticas y respetuosas de los derechos humanos. Las constituciones han proporcionado una base sólida para la convivencia cívica y el funcionamiento institucional, garantizando la cohesión social y el progreso de nuestros países. Sin embargo, es esencial que sigamos fortaleciendo nuestros sistemas constitucionales, promoviendo el respeto a las leyes y buscando la democratización de nuestros órganos constitucionales para salvaguardar los avances alcanzados y enfrentar los desafíos del futuro.

El constitucionalismo ha sido un instrumento para impulsar cambios sociales y políticos significativos en América Latina. A través de enmiendas y reformas constitucionales, se han reflejado las demandas del pueblo y se han promovido transformaciones que han mejorado la calidad de vida de los ciudadanos.

En este contexto presentamos en este número en nuestra sección Análisis: “Reformas constitucionales de la Cuarta Transformación” de la Dra. Bárbara Leonor Cabrera Pantoja; el Mtro. Oliver Narciso Correa Sandoval habla de “La educación como un derecho constitucional en América Latina”; “Hacia una teoría de la decisión judicial para América latina” es una colaboración del Dr. Silvino Vergara Nava; el Dr. Héctor Salazar Torres coordina una entrega cuyo título es “El Derecho Penal Sancionador en el Constitucionalismo Latinoamericano: Un Parámetro de Justicia Social.” Y finalmente “Lawfare: los órganos Constitucionales como Instrumento de los poderes Fácticos en América Latina” una aportación de mi autoría.

En la sección poderes públicos el Mtro. Jorge Arturo Jaimes García habla de “Hacia un “nuevo constitucionalismo latinoamericano” o “ius commune latinoamericano”. En la sección Realidad sociojurídica el Dr. Ubaldo Márquez Roa nos presenta: “Los derechos de la familia frente a los contextos de migración.”

En Internet y Derecho la Dra. Bárbara Leonor Cabrera Pantoja nos entrega “Seguridad en las redes sociales”. En Derecho en su tinta la obra recomendada es “Hacia una teoría de la decisión judicial para América Latina”. Y finalmente en nuestra sección Hic et nunc el Dr. Silvino Vergara Nava nos presenta “La crisis actual se llama “des-educación”.

El constitucionalismo en América Latina desempeña un rol trascendental en la consolidación de la democracia, la protección de los derechos humanos y el establecimiento de instituciones sólidas y estables. Pero debemos cuidar que las garantías establecidas no sean objeto de manipulación y control de los factores reales de poder. El constitucionalismo es una herramienta esencial para la protección de los derechos humanos, la limitación del poder y el funcionamiento de la democracia. Proporciona un marco jurídico y político estable que promueve la igualdad, la justicia y el bienestar general.

Los invito a leer, compartir, y retroalimentar los contenidos de este número especial. Siempre es un gusto conocer sus puntos de vista e interactuar a través de nuestras redes sociales, en Twitter, LinkedIn, Facebook, Instagram, Tik tok y SoundCloud nos encuentran como QuaestionisMx.

 

Dr. Samuel Hernández Apodaca

Director General

 

Link de la editorial de este número https://goo.su/9VMLj

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